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respuesta a los mensajes oficiales y condolencias
emitidos tras el homicidio, Ceci Flores, madre
buscadora y activista, cuestionó duramente la
utilidad de esos pronunciamientos
2 Noviembre 2025
Uruapan.- La noche del 1º de noviembre, el alcalde
de Uruapan, Michoacán, Carlos Manzo, fue asesinado a
balazos mientras participaba en el Festival de Velas
por el Día de Muertos, suceso que generó amplia
indignación y reacciones en autoridades y sociedad
civil.
En respuesta a los mensajes oficiales y condolencias
emitidos tras el homicidio, Ceci Flores, madre
buscadora y activista, cuestionó duramente la
utilidad de esos pronunciamientos. A través de sus
redes sociales, expresó: “Yo solo tengo dos
preguntas: ¿A las cuántas condolencias y promesas de
justicia dejan de matar a nuestros hijos? Y ¿Con qué
ley o policía le van a regresar a su papá a esos dos
bebitos que lo vieron morir?”.
Flores criticó el oportunismo de figuras públicas
que, tras el asesinato, se limitaron a condenar la
violencia sin actuar de manera preventiva. Subrayó
que las muestras de solidaridad llegan siempre tarde
y que las autoridades debieron enfocar esfuerzos en
evitar la tragedia.
El homicidio de Manzo ocurrió en el Centro Histórico
de Uruapan, donde se encontraba acompañado por
familiares, ciudadanos y su equipo de escoltas. Al
escuchar disparos, los escoltas repelieron la
agresión, abatieron a uno de los atacantes y
detuvieron a dos personas. Videos en redes sociales
documentaron el momento en el que paramédicos
brindaban ayuda al alcalde mientras curiosos
grababan la escena. Poco después, el edil fue
trasladado a un hospital, donde perdió la vida.
Autoridades federales y estatales, incluido el
gobernador Alfredo Ramírez Bedolla y la
presidenta Claudia Sheinbaum, condenaron
públicamente el hecho y prometieron justicia. Sin
embargo, Ceci Flores enfatizó la brecha entre estas
declaraciones y la capacidad real para proteger la
vida de quienes enfrentan al crimen organizado.
Flores añadió que el dolor de las familias no se
repara con pronunciamientos ni actos simbólicos
después de los hechos lamentables.
El caso de Carlos Manzo se suma a una serie de
homicidios de funcionarios en Michoacán, una entidad
marcada por la violencia de grupos criminales. El
edil había denunciado públicamente amenazas y
solicitó reiteradas veces apoyo a autoridades
federales, petición que, según sus propias palabras,
no recibió respuesta efectiva. Por ello, Flores
remarcó que las condolencias oficiales no apaciguan
la indignación ni devuelven a los seres queridos a
sus familias.
El estado ha sido blanco de violencia en las últimas
semanas, recientemente también fue asesinado un
líder agricultor, aunado a la constante presencia y
combate al narcotráfico que no ha terminado de dar
resultados. (Infobae).