Biografía del General Ignacio Zaragoza
Militar
mexicano (Espíritu Santo, Texas, 1829 - Puebla, 1862). Ignacio
Zaragoza estudió en Matamoros y Monterrey. En 1853 ingresó, con el grado
de sargento primero, en la Guardia Nacional de Nuevo León, que fue
incorporada al ejército por disposición del presidente Santa Anna.
Promovido a capitán, apoyó la Revolución de Ayutla y participó en la
toma de Saltillo en 1855. Ascendido a coronel, participó en la defensa
de Monterrey.
Cuando el presidente Comonfort fue
derrocado, Zaragoza se hallaba en la ciudad de México y, liberal
convencido, emprendió la defensa de la Constitución de 1857. Luego
marchó al norte uniéndose a Santiago Vidaurri, y cuando fue nombrado el
nuevo gobernador, Aramberri, Zaragoza se apoderó de Monterrey (1859).
Durante la Guerra de Reforma, los
ejércitos liberales de Zaragoza y de José López Uraga tenían como
propósito tomar Guadalajara; la sitiaron por primera vez en mayo de
1860. Durante la batalla cayó herido López Uraga y su puesto fue ocupado
por Zaragoza, aunque tuvieron que retirarse ante la proximidad de las
fuerzas de Miguel Miramón. Tras detener a los conservadores en el camino
a Manzanillo, se unió a las fuerzas de Jesús González Ortega.
Ambos ejércitos se dirigieron de nuevo a
Guadalajara, pero en Silao se enfrentaron con el de Miramón, al cual
lograron diezmar. Sitiaron la ciudad, que estaba en manos del general
Leonardo Márquez, y la tomaron en octubre del mismo año de 1860.
Zaragoza fue ascendido a general y marchó junto con González Ortega
hacia Calpulalpan, en donde obtuvieron un sonado triunfo. El presidente
Benito Juárez nombró a Zaragoza ministro de Guerra y Marina en 1861.
Zaragoza renunció a su cargo para
participar en la guerra contra los franceses al frente del recién
formado ejército de Oriente, a quienes enfrentó primero en las cumbres
de Acultzingo y después los esperó en Puebla, en sus cuarteles de los
fuertes de Loreto y Guadalupe. Ahí venció a las fuerzas del conde de
Lorencez (1862), tras rechazar a los invasores tres veces y lanzar a la
caballería al remate, haciendo que los franceses se retiraran. Zaragoza
se trasladó rápidamente a la ciudad de México y volvió a Puebla en donde
murió repentinamente de una fiebre tifoidea.